La Esquizofrenia del Cambio (2ª Parte y Fin)

Me gustaría que quedara claro desde el principio que pienso que se puede vivir bien en la incertidumbre, que a la inseguridad se puede una/o acostumbrar y que también creo en la posibilidad de sobrevivir en el cambio de una manera cercana a felicidad,... siempre que haya cosas en la vida que te provoquen ese maravilloso sentimiento.

El cambio tiene muchas ventajas también si se vive como oportunidad, te hace estar despierta/o, provoca que estés siempre aprendiendo nuevas cosas, ayuda a tener y considerar diversos enfoques a la hora de enfrentar los avatares de la vida, suele ampliar el abanico de tus relaciones ya que tienes muchos “frentes abiertos”,... (Te planteo un ejercicio sencillo: Sigue poniendo tu las ventajas que le ves al cambio,... a ver que te sale) y quienes lo asumen como natural, suelen aparecer como personas más felices y menos estresadas.

Y me dirás,... ya pero ¿y lo mal que se pasa?,... bueno, si y no.

Yo creo que una de las claves es la introspección y/o el autoconocimiento, es decir antes de enfrentarse a cualquier cosa en esta cambiante vida creo que es importante conocerse a una/o misma/o, saber cuáles son los recursos con los que contamos, las características que son susceptibles de mejorar, qué me mueve, qué me motiva, cuáles son mis valores (“Lo que me vale y lo que no”) y mis ideales, en definitiva tener una visión global y lo más rica posible en detalles de mi misma/o.

A partir de aquí, si conseguimos vernos de modo amable, desprovistas/os de juicios sumarísimos y culpas auto condenatorias que, como ya habréis visto no son “santo de mi devoción” (La culpa paraliza, la responsabilidad llama a la acción) pero asumiendo toda la responsabilidad de nuestro propio destino y de nuestro hechos, creo que es un buen camino para empezar a nadar hacia la estabilidad interior en el cambio exterior.

Si somos capaces de aceptar que casi todas las cosas o los acontecimientos, son buenos o malos para mi en función de cómo yo los asuma y reaccione, porque suelen existir independientemente de mi, casi siempre podremos ver una opción que nos hace crecer y ser más nosotras/os dentro del mundo en el que estemos.

¿Fácil?, no, no lo es, pero tampoco lo será vivir en el siglo XXI si no vamos asumiendo la importancia de nuestro desarrollo personal, de la ampliación de nuestro SER al mismo tiempo que nos adaptamos al mundo que viene, que ya está aquí, para conseguir el éxito personal o profesional, como quiera que lo entendamos.

Porque es muy probable que los acontecimientos den muchos bandazos en una sola vida y es probable que al final caigamos en no saber quienes somos ni cuáles son las cosas que nos hacen ser nosotras/os mismas/os y vuelvan muchas “crisis de valores” como la que estamos viviendo porque nos hemos vuelto a dejar llevar.

Instrumentos como el Coaching en este contexto, nos pueden ayudar mucho a plantearnos todos estos retos de un modo positivo y esperanzador, ya que no deja de ser una herramienta para ampliar el “capital humano” del que disponemos.

Y visto así, seremos capaces de desarrollar nuestro SER y cambiar lo que nosotras/os queramos cambiar para ser más y vivir dentro de la inestabilidad con la estabilidad de saber que estamos dónde queremos estar, aunque la vida nos esté poniendo en cualquier sitio no elegido.

Por tanto, ¿esquizofrenia?, no para nosotras/os, porque vamos a saber nadar en el río traiga las aguas que traiga y nos adaptaremos.

La Esquizofrenia del Cambio (1ª Parte)

Señoras y señores, ciudadanos todos, ha llegado “El Cambio”.

Se hace saber que si quieren ustedes sobrevivir tienen que estar contentos y adaptarse lo más rápido que puedan, no en vano ya dijo el “viejo” Heráclito: “Todo fluye, nada permanece” y por fin, después de los siglos, ya lo hemos entendido y hay que “ponerse a ello”.

Pero hete aquí que de repente una/o mira a su alrededor y ve personas luchando hasta la extenuación por tener una hipoteca para toda la vida, para vivir en una casa para siempre (O al menos durante muchos años), que pagamos con un sueldo “seguro” que,... siempre es el mismo y en caso de variar, solo debe varias hacia arriba, ¡No jorobes!

Sueldo que nos pagan en un puesto de trabajo que todas/os aspiramos a que sea de “contrato fijo” (O sea,... para siempre) y si es para ser funcionaria/o muchísimo mejor, “que ya me lo gané en su día estudiando oposiciones durante unos añitos casi sin salir de casa” y suspendí tres veces (Paciencia, oiga).

Y luego está lo del “Cambio Climático”, ¡Ojo!, esto es grave, que nos estamos cargando nuestro ecosistema, el mundo y casi el universo (Que para antropocentristas, nosotros los “antropos”), así que coches fuera, ciudades amables, fábricas que no echen humo, desodorantes de stick y clases aceleradas de lo que es vidrio y lo que es cristal,... ¡Que vaya lío! (Voy a estudiar Ingeniería Química que si no me va a acabar costando un riñón en multas del ayuntamiento)

Pero cuidado, en casa un par de coches por lo menos, ¿Vino en tetrabrik?, Don Antón y para de contar, ¿Vacaciones?, joé, en avión y a hotel de nivel, faltaría más, con un buen aire acondicionado, de los que te pone la habitación a -5º cuando fuera hay 50º, si no, vaya vacaciones.

¡Ah! Y todas/os a la calle para defender a las empresas de automoción y auxiliares cuando echan a la calle de un plumazo a 1.500 currelas y cuanto más sale en la tele, más indignadas/os todos.

Pues a mi esto me cruje,... y mucho, sobre todo si me planteo que quiero que sea mi vida en esta época tan “convulsa”, tan “cambiante”,... y tan “insegura”

... to be continued